sábado, 7 de diciembre de 2024

Glosa del informe que garantiza mejorar la administración pública estatal

Arturo Parra
La reciente glosa o análisis del Tercer Informe de Gobierno de Evelyn Salgado Pineda permitió en el Congreso del Estado establecer un diálogo y corresponsabilidad entre poderes y dio resultados en la toma de decisiones para mejorar el ejercicio de la función pública.
Con un enfoque colaborativo, se llevó a cabo este proceso legislativo que busca no solo el escrutinio, sino también el apoyo institucional para que las dependencias del gobierno estatal cumplan su deber con Guerrero y los guerrerenses.
Además consolidó un puente entre ciudadanía y gobierno. La acertada conducción del líder camaral Jesús Urióstegui García en este ejercicio democrático, reafirmó al Congreso como el puente que conecta las necesidades de los ciudadanos con las acciones del gobierno, exigiendo resultados y promoviendo soluciones.
Así, la 64 Legislatura de Guerrero avanza en la construcción de confianza ciudadana, porque un gobierno que rinde cuentas es un gobierno que genera confianza. Este ejercicio permite a la ciudadanía sentirse representada por un Congreso que exige claridad y responsabilidad en la administración pública, fortaleciendo el contrato social entre gobernantes y gobernados.
También permitió detectar inconsistencias para reorientar estrategias en la planeación o ejecución de programas gubernamentales. Esto contribuye a que el Ejecutivo pueda corregir rumbos de manera oportuna, evitando el desperdicio de recursos y mejorando el impacto de las políticas públicas.
No pasemos por alto que a solo un día de haber comparecido ante los diputados para participar en esta glosa del informe, el secretario del Trabajo y Previsión Social, Luis Armando Baños Rendón, fue removido del cargo por la gobernadora Evelyn Salgado quien designó en su lugar al exalcalde de Ometepec, Omar Estrada Bustos.
Durante su comparecencia, Baños Rendón fue cuestionado acerca del cierre de las juntas de Conciliación y Arbitraje de Acapulco, desde hace dos años, sin que hayan podido reanudar actividades para garantizar la justicia laboral en este puerto, que se convirtió en letra muerta.
El propio secretario del Trabajo admitió que con el huracán Otis resultaron dañados unos 40 mil expedientes, los cuales mencionó que se han ido recuperando poco a poco, mientras cientos de trabajadores están esperando una resolución a sus demandas laborales, que no avanzan.
También se dio a conocer que existe tráfico de expedientes por parte de una funcionaria de la dependencia en Acapulco, socia de un despacho de abogados muy reconocido que se ha prestado a traficar con esos expedientes para afectar a los trabajadores que han interpuesto demandas, beneficiar a empresas grandes y obtener fuertes ganancias.
Otro funcionario que podría estar en la cuerda floja es Marcial Rodríguez Saldaña, el secretario de Educación que no ha dado respuesta a las demandas magisteriales, como las de egresados normalistas y trabajadores de educación especial que protestaron afuera del recinto legislativo mientras él comparecía como parte de la glosa del informe de gobierno.
Precisamente el viernes se llevó a cabo una reunión de funcionarios estatales con representantes de los maestros, después de marchas, paros y plantones, y no estuvo presente Marcial Rodríguez Saldaña, principal responsable de atender a ese sector.
Para buscar solución a las demandas planteadas por miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en Guerrero, tuvo que aparecer el subsecretario de Desarrollo Político y Social, Francisco Rodríguez Cisneros, quien encabezó la reunión con el dirigente estatal de la Sección 14 del SNTE, Silvano Palacios Salgado, el representante nacional Luis Enrique Morales Acosta y el oficial mayor de la Secretaría de Finanzas y Administración, Ricardo Salinas Méndez.
Durante la reunión, el subsecretario Rodríguez Cisneros reafirmó el compromiso del gobierno estatal con los derechos laborales del magisterio.
En resumen, la glosa del Tercer Informe de Gobierno no fue más una pasarela para aplaudir a los funcionarios públicos, sino un examen y escrutinio para que los diputados analizaran si están cumpliendo con los guerrerenses, y permitir a la Ejecutiva de Guerrero tomar decisiones para mejorar la administración pública estatal.