Arturo Parra
En medio del debate antinepotismo electoral que se ha generado en Guerrero, como en algunos otros lugares del país, y que despertó el surgimiento de políticos adelantados, básicamente en Morena, con claros intentos de provocar divisionismo y pugnas internas con sus aspiraciones futuristas, aflorando al mismo tiempo deslealtades y por otro lado reafirmando lealtades, hace falta una voz que llame a la unidad, al equilibrio y que evite a tiempo fracturas que afectarían a su partido.
Fue la presidenta Claudia Sheinbaum quien puso el tema en la discusión y análisis de los actores políticos del estado, al plantear una iniciativa de reforma electoral para que no puedan ser candidatos en elecciones inmediatas los familiares de gobernantes salientes, una práctica muy común en los niveles municipal y estatal, donde los papás heredan cargos a sus esposas o hijos y las mamás también, o los tíos, primos, en fin, prolongando el poder en manos de una misma familia.
Pero ya lo dijo el diputado presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Jesús Eugenio Urióstegui García, tal iniciativa "no tiene nombre ni apellido", va dirigida a todos, pero además aún no llega a las cámaras legislativas, no se ha iniciado el análisis y discusión de la misma y se desconoce a ciencia cierta cuándo y en qué términos se aprobaría, asi como cuándo entraría en vigor; habrá que esperar un buen tiempo para saber qué pasará con ella.
Mientras tanto, falta una voz conciliadora y equilibrista que tenga la capacidad de dialogar con todos esos políticos, los adelantados y los preocupados, para preservar la unidad partidista y evitar golpeteos tanto internos como los que vengan de afuera, de la oposición que ya prepara su postura respecto al tema. Jesús Urióstegui es un buen mediador que podría evitar el sobrecalentamiento del debate tanto en el Congreso como en Morena Guerrero, llamando a la cohesión y evitando la confrontación.